Los países donde se pagan menos impuestos en América Latina son: Guatemala (12,6% del PIB), República Dominicana (13,7%) y Perú (16,1%), según datos de 2016, los últimos disponibles de la OCDE. La carga media de los países de la OCDE, el grupo que reúne a los países más ricos del mundo, era del 34,3% del PIB en 2016. El valor está por encima del 32,2% registrado en Brasil ese año. Pero el promedio de los países de América Latina y el Caribe es del 23%, lo que coloca a Brasil en el segundo lugar del ranking regional.
Impuestos a la renta
En el otro extremo se encuentran Cuba (41,7% del PIB), Brasil (32,2%) y Argentina (31,3%).
Los expertos consideran a Cuba como una excepción, ya que el país vive desde hace décadas bajo un embargo comercial impuesto por Estados Unidos, y sólo en los últimos diez años ha comenzado a abrir su economía.
Brasil, Argentina y Uruguay, por su parte, comparten características comunes en relación con la carga tributaria. No así en la forma de implementación, en Uruguay se implementa el IRPF (Impuesto a la Renta de Las Personas Físicas) desde la asunción del primer gobierno de Tabaré Vazquéz. Luego del pago durante el año, se reajustan los cálculos y se hace una devolución de montos por IRPF.
La alta carga tributaria de Brasil siempre ha sido vista como un problema «Los tres tienen altas tasas impositivas, tanto en el impuesto sobre la renta personal y corporativa como en el impuesto sobre bienes y servicios», dijo Santiago Díaz de Sarralde, director de estudios e investigación del Centro Interamericano de Administración Tributaria (Ciat), con sede en Panamá.
Sarralde dijo que la alta carga tributaria ha permitido que los tres países paguen más por el gasto social. «Pero los efectos de una alta carga tributaria varían mucho de un país a otro», dijo.
«Hay países más desarrollados que funcionan mejor con impuestos más altos o con una presión fiscal alta. Otros trabajan a tarifas más bajas.
Según la OCDE, Islandia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Suecia y Finlandia se encuentran entre los países que pagan más impuestos. También son conocidos por ofrecer a sus ciudadanos fuertes redes de seguridad social y, en la evaluación de Santiago Díaz de Sarralde. Continúa diciendo que se trata de economías consideradas muy competitivas.
La carga media de los países de la OCDE, un grupo que reúne a los países más ricos, era del 34,3% del PIB en 2016.
El experto afirma que es necesario evaluar no sólo la recaudación, sino también el tipo de impuesto y la forma en que estos países gastan y tratan el déficit público. «Después de todo, son modelos diferentes de sociedad», señala Sarralde.
Las estadísticas de 2016 indican una caída de 0,3 puntos en la carga tributaria en comparación con el año anterior en América Latina. Pero la serie histórica muestra una tendencia de crecimiento.
«En las últimas tres décadas, la carga tributaria ha aumentado en la región», dice Sarralde.
Si en 2016 la región aumentó, en promedio, el equivalente al 23% del PIB en impuestos, en la década de 1990 ese monto fue 16 puntos porcentuales menor.
Los ciudadanos de Guatemala son los que pagan menos impuestos en América Latina
Desafíos fiscales
En América Latina existe una gran disparidad en la carga tributaria. Hay países en los que se paga más del 30% del PIB y lugares en los que el valor total es del 12%.
La carga tributaria varía según el nivel de ingresos del país. Alberto Barreix, economista jefe de gestión fiscal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), recordó que la otra cara de la moneda es el gasto público.
Los expertos dicen que hay espacio para más impuestos en América Latina
«Los gastos han crecido mucho más y por eso tenemos situaciones fiscales complejas», dijo Barreix a BBC News Mundo, el servicio de noticias en español de la BBC. «Hay muchos países donde hay espacio fiscal para aumentar los impuestos. En algunos, el IVA (impuesto sobre el valor añadido) y, en la mayoría de los países, el impuesto sobre la renta.
Uno de los mayores desafíos es, según Barreix, reducir la evasión y la evasión fiscal.
Y la tendencia regional es aumentar gradualmente los impuestos a medida que aumentan los ingresos de los países. Barreix, sin embargo, advierte: «El problema con el impuesto sobre la renta de las personas físicas es que si tengo tasas muy altas, voy en contra del ahorro. «Por eso hay espacio para aumentar los impuestos, pero hay que hacerlo con cuidado.