Elegir un Abogado

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El abogado es el único socio legal que le asiste y defiende en todos los ámbitos de la vida cotidiana, tanto si es un particular como si es un profesional. No sólo te defiende en el tribunal, sino que también es tu consejero natural en todos los asuntos legales.

¿Por qué elegir un abogado?

Mi abogado me aconseja. El abogado le informará de sus derechos y deberes, de las normas aplicables a su problema y le ayudará a poner en práctica la solución más adecuada en todos los ámbitos del derecho. Una consulta preventiva con un abogado puede ahorrarle tiempo y dinero.

Mi abogado redacta mis escrituras y contratos. La misión del abogado es elaborar actos jurídicos, ya sean actos relativos a su vida privada (contrato de matrimonio, residencia de los hijos, disposiciones testamentarias, arrendamientos inmobiliarios, compromiso de venta, etc.) o actos profesionales (contratos de trabajo, contratos comerciales, creación y transmisión de una empresa, condiciones generales de venta, etc.).

La Ley de Abogados, una garantía de seguridad y calidad

La Ley de la Abogacía, ya sea en papel o digital, ofrece a los profesionales y a los particulares, en todos los ámbitos del derecho, una mayor seguridad jurídica. Al refrendar la escritura que ha redactado, el abogado se compromete y certifica que cada una de las partes ha sido plenamente informada de sus efectos y consecuencias. De esta manera, garantiza la seguridad y la eficacia de la relación contractual.

Firma

Mi abogado me representa y defiende. Cuando no se pueda encontrar una solución amistosa, el abogado lo representa y defiende en todas las etapas del procedimiento, actuando en su nombre y en su representación ante todos los tribunales. Así pues, se encarga de realizar todos los trámites necesarios para un juicio: llevar el caso ante los tribunales, redactar las conclusiones, presentar alegatos, etc.

  Servicios: ¿cómo establecer sus tarifas?

Su competencia

El abogado ha recibido una formación inicial de alto nivel y ha obtenido el certificado de aptitud para la profesión de abogado , que garantiza su competencia en todas las esferas del derecho. Además, se le exige que se someta a una formación complementaria obligatoria durante toda su vida profesional.

Su estricta deontología
Al prestar juramento, el abogado garantiza su independencia, lealtad, probidad, confidencialidad de los intercambios y secreto profesional para proteger sus intereses.

Su responsabilidad
Su seguro de responsabilidad civil cubre cualquier falta que el abogado pueda cometer en la gestión de su caso y que le cause un perjuicio o la pérdida de una oportunidad.

El abogado es responsable cuando presta asesoramiento o lleva un caso a los tribunales, a diferencia de los proveedores de servicios no jurídicos que realizan actividades jurídicas ilegales, que lo excluyen sistemáticamente en caso de una respuesta errónea o inadecuada.