Si hasta hace poco tiempo la empresa sólo era considerada como una fuente de beneficios y para permitir que los empleados vivieran de su remuneración, los nuevos retos de las empresas en este mundo cambiante son crear valor. Más que nunca, las empresas están en el corazón de la vida de la gente. Tienen un importante papel que desempeñar en la sociedad y tienen la oportunidad, a través de compromisos firmes, de concienciar y cambiar el comportamiento. El concepto de responsabilidad social de las empresas, que apareció en el decenio de 1960 y ha estado muy en boga desde el decenio de 1990, pone de relieve este enfoque. ¿Qué papel social tienen que jugar las empresas hoy en día?
Las numerosas encuestas transmiten un mensaje similar: la empresa ya no puede ser lo que era a riesgo de desaparecer por la negativa de los consumidores o clientes a participar en la destrucción del planeta o por la negativa a explotar a las personas aunque estén al otro lado del mundo para su propio beneficio. En este mundo donde las nuevas tecnologías imponen su dictado de transparencia, está amaneciendo el amanecer de una nueva era.
El valor educativo de la iniciativa empresarial
La escuela se dirige cada vez más a los actores del mundo asociativo y empresarial para que los estudiantes se beneficien de nuevos enfoques adaptados a las realidades económicas. La cultura de la empresa está así plenamente involucrada. La presentación del empresariado ético, consciente de su papel social y defendiendo los grandes principios de solidaridad, es una opción muy relevante en esta perspectiva. Los empresarios pueden compartir su enfoque del trabajo para inculcar a los jóvenes el gusto por la creación, la asunción de riesgos y la inversión personal. La cultura empresarial también puede servir de ejemplo para enseñar a los estudiantes conceptos básicos como la responsabilidad, la confianza en sus ideas y la abnegación para llevar a cabo un proyecto. Cuando se integra en el programa de estudios, la iniciativa empresarial puede convertirse en un vehículo de justicia social y de una economía equitativa.
Concienciación sobre temas climáticos
Los empresarios también se ven afectados por importantes preocupaciones mundiales, en particular en torno a la cuestión del clima. Un gran desafío para las próximas décadas, la lucha contra el calentamiento global requiere tanto una amplia reunión de los gobiernos, como se demostró recientemente en la COP21, como una conciencia mundial a nivel de las empresas cuyas actividades pueden resultar contaminantes. Por consiguiente, los empresarios tienen una importante responsabilidad en lo que respecta al desarrollo sostenible y pueden desempeñar un papel significativo en este ámbito comprometiéndose resueltamente en este camino. La adopción de un comportamiento ético y transparente en el campo de la ecología se está convirtiendo casi en una necesidad para las empresas, ya que ya no se puede negar el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. Hoy en día, las empresas que contribuyen a limitar las emisiones de carbono y a promover la biodiversidad están en condiciones de influir positivamente en los hábitos de los consumidores y de participar en una sana concienciación sobre esta cuestión.
El papel impulsor del empresariado social
Por último, los empresarios pueden demostrar en su actividad diaria un compromiso tanto social como solidario, que también puede tener una influencia positiva en la sociedad. La empresa social es hoy en día un modelo de organización que está ganando impulso y responde de manera relevante a las nuevas cuestiones que surgen de la crisis financiera. Los empresarios que sitúan en el centro de sus proyectos la utilidad colectiva, la gobernanza participativa y una fuerte ambición de progreso en lugar del beneficio pueden considerarse precursores de una economía solidaria capaz de mejorar la sociedad. Por lo tanto, con su enfoque práctico de los problemas y las soluciones propuestas sobre el terreno, los empresarios parecen capaces no sólo de sensibilizar, sino también de forjar los cimientos de la sociedad de mañana.